Desde el arranque, el equipo cafetero impuso condiciones. Con una presión asfixiante y un dominio territorial marcado, se plantó en campo rival y desbordó con frecuencia por la derecha. A los 10 minutos, un centro cerrado que cruzó toda el área sin ser interceptado fue el primer aviso serio de su superioridad. La defensa tricolor sufría y las infracciones se convirtieron en el recurso para cortar los avances. Dos tiros libres estuvieron cerca de romper la paridad, aunque uno fue despejado por Luis Mejía y el otro salió apenas desviado tras un rebote.
El equipo de Medellín tuvo otra oportunidad clarísima al promediar el primer tiempo, cuando una distracción defensiva en un lateral le permitió a la visita rematar desde el área chica, pero el disparo afortunadamente se fue desviado. Nacional, sin ideas claras, apenas logró sacudirse la presión con una jugada individual de Eduardo Vargas que habilitó a Rómulo Otero, cuyo remate se fue por encima del travesaño.
El elenco colombiano siguió generando peligro, con un cabezazo de Asprilla y un disparo de Viveros que obligó a Lucas Morales a lucirse con una tremenda salvada. En los minutos finales del primer tiempo los Tricolores resistían más con esfuerzo que con juego.
La primera mitad cerró sin goles, Atlético Nacional hizo bastante más por romper la igualdad, pero no supo reflejarlo en el marcador.
En el complemento, Nacional cambió la cara. Empujado por la Primera Hinchada del Mundo, el equipo mostró otra actitud. A los 5 minutos, Lucas Morales desbordó por derecha y su centro encontró a Otero, que la bajó para Luciano Boggio, que remato suave y terminó alcanzándosela al portero Ospina. Poco después, un centro desde la izquierda del propio Otero encontró a Vargas, que conectó con el hombro sin dirección.
El partido había cambiado, los colombianos ya no eran dueños de la pelota y se replegaban esperando una contra, mientras el Decano crecía en intensidad. El DT Pablo Peirano movió el banco a los 65’, y el ingreso de los juveniles Exequiel Mereles y Gonzalo Petit renovó la energía ofensiva. Emiliano Ancheta entró por Lucas Morales y la dinámica Tricolor se potenció. Una jugada colectiva que arrancó con “el Diente” Nicolás López, continuó en Gabriel Báez y terminó en un remate de Mereles que pasó cerca, fue el anticipo de lo que vendría.
Y finalmente, a los 88’, llegó el merecido premio para el Decano. Ancheta habilitó a Christian Oliva, que apareció como un número 9 por el centro de la ofensiva y definió cruzado para poner el 1-0 que desató la euforia en el Gran Parque Central. La posibilidad de clasificar a la Sudamericana se encendía, dependiendo de lo que ocurriera en el otro partido del grupo.
Los minutos finales fueron de ansiedad y expectativa, pero no hubo más emociones. Finalmente el juego terminó con victoria por mínima diferencia para el Bolso, mientras que en Brasil Inter venció 2-1 a Bahía y, por solamente un gol de diferencia, Bahía terminó logrando la clasificación a la CONMEBOL Sudamericana.
